¿Por qué Costa Rica?
Costa Rica es reconocida por su biodiversidad y su café de alta calidad. Las fincas cafetaleras del país coexisten con ecosistemas fundamentales para mantener el equilibrio ecológico y contribuir a la salud general del medio ambiente. El compromiso nacional con la conservación de la biodiversidad y los recientes compromisos internacionales desempeñan un papel clave en las prácticas de sostenibilidad de la cadena de valor de café nacional.
Tradicionalmente, los árboles de sombra eran una parte integral del cultivo del café, utilizados para proteger las plantas de café de la radiación, proporcionar materia orgánica al suelo y prevenir la erosión. Sin embargo, a finales de los años 80, muchos agricultores optaron por un café más intensivo y bajo sol para aumentar rendimientos a corto plazo. Esta práctica se extiende en el país, sin embargo, aquellos agricultores comprometidos con la sostenibilidad aún mantienen los árboles de sombra como característica clave de sus fincas. Generalmente, usan unas pocas especies nativas y no nativas para dar sombra y fijar nitrógeno, por ejemplo las Ingas y las Erythrinas, que en muchos casos dominan los paisajes cafetaleros.
La promoción del uso de especies de árboles nativos de distintas alturas es particularmente importante, ya que estas especies se adaptan mejor a las condiciones locales y proporcionan hábitats para la vida silvestre. Este enfoque imita el dosel del bosque natural, creando múltiples capas de sombra que ayudan a regular el microclima en la finca, mejoran el crecimiento de las plantas de café y brindan hábitats diversos. Al diversificar las especies de árboles, las fincas pueden promover el equilibrio ecológico, mejorar la fertilidad del suelo, reducir la erosión y mejorar la conservación del agua. Estas estrategias son claves para crear fincas de café más resilientes y sostenibles.